Azar  Español 131 LAS FICCIONES DE BORGES
Historias de detectives: estructura

 Normalmente las historias de búsqueda detectivesca comienzan en el momento en que alguien comete  un delito o un crimen, o después que el delito o el crimen han sido cometidos.

 En todas las historias de detección, el discurso narrativo representa por lo menos dos secuencias de acontecimientos:

(a) los acontecimientos “originales,” cuyo desenlace es el delito o el crimen que da comienzo a la investigación del detective; esos acontecimientos constituyen la primera serie, la así llamada “secuencia del delito” que es el objeto de la búsqueda detectivesca

(b) los acontecimientos que constituyen el proceso de investigación (segunda serie, “secuencia de la investigación”), es decir, la sucesión de descubrimientos, conjeturas e interpretaciones del detective sobre los acontecimientos de la primera serie.

 Por lo general (quizá inevitablemente), el orden de presentación (el orden del texto) sigue de cerca la secuencia de actos de descubrimiento e interpretación, es decir, el proceso mediante el cual el detective reconstruye la serie primera de acontecimientos que culminan en el delito o el crimen.

 Por eso mismo, los lectores, por lo general (quizá inevitablemente), percibimos los acontecimientos de la primera serie no en el orden en el que, de hecho, ocurrieron sino en el orden en el que el detective los reconstruye.  “Lo que pasó” nunca se nos da tal como pasó.  Los acontecimientos de la primera serie se nos presentan siempre mediatizados por el acto de investigarlos.  La única excepción son los casos en los que los acontecimientos “originales” están todavía ocurriendo y no han alcanzado aún el desenlace.  En esos casos, el objeto de la investigaión y la investigación misma ocurren, en parte al menos, al mismo tiempo, y uno de los propósitos del detective es precisamente el de impedir que ocurra el desenlace esperado o temido.

 Cuando no hay coincidencia temporal entre la así llamada “secuencia del delito” y su respectiva “secuencia de investigación,” la serie (b) puede comenzar sólo cuando la serie (a) ha concluído, y sólo porque la serie (a) ha concluído.  Normalmente, la secuencia del texto narrativo comienza en el punto de encuentro entre esas dos series.  La serie “original” de acontecimientos se cierra con un delito o un crimen.  Ese delito o crimen, que propone a la serie entera como un enigma, es el que abre el proceso de investigación.  Este comienzo obligado de la narración (final de la secuencia del delito, comienzo de la secuencia de investigación) revela la inevitable dirección regresiva de la búsqueda detectivesca:

de los efectos a las causas;
de los resultados al proceso que les dio origen;
de las consecuencias a los actos que las produjeron;
de los objetos creados por alguna agencia humana a sus creadores;
de las marcas o huellas a su origen;
del texto al mundo representado en el texto;
del significado a la ;referencia
del lenguaje y los signos (representación) a los objetos y a la realidad.
 
--------------------------------------------------------------------------------
Volver a Azar
Volver a Borges